CK all

Ya está aquí. La nueva fragancia de Calvin Klein, CK all.  Retomando el éxito que supuso CK One en los 90, la firma americana vuelve con su nuevo lanzamiento. En Love and a Lemon lo recibimos con mucha curiosidad.

CK One fue uno de los mayores hits de la marca noventera, young & cool por antonomasia de los 90. En esa década, CK estaba en pleno auge: estilo simple, básico, joven, con tendencias al sport, famoso por sus modelos sexys del everyday underwear, y popularizado por efigies como Kate Moss.

CK One era todo eso: fácil, clean, joven, unisex y para Todo el mundo. Perfume con notas de salida cítricas que se convertían en una segunda fase, en una agradable capa floral (violeta, lirio, jazmín, rosa), dejando un final de suaves maderas.

 

CK all

Desde entonces CK ha continuado lanzando sus productos, recibiendo una atención menor. Después de One, la marca optó por el culto a la juventud más eléctrica, punk y virtual, y One dio lugar a múltiples flankers (One electric, One gold, SHOCK, Shock for Him / for Her, One Summer). Pero One es el comienzo de todo.

Después de más de 20 años, CK vuelve a sus inicios para seducirnos con CK all, buscando otra vez, ese olor que sea para todos.

Experience

1. CK all es el back to basics de CK One. Después de los excesos, CK One vuelve a sus orígenes. all, escrito en sobrias minúsculas sobre un packaging gris y sencillo de cartón con la forma blanca de la botella idéntica de One y prototípica de CK fragances en ligero relieve.

En Love and a Lemon nos ha encantado esa sobriedad. Es el encanto de los basics, de la belleza minimalista y contemporánea. De una camiseta blanca recién lavada y planchada.

2. Abrir el pack es una experiencia zen: nos encontramos con la botella clásica de One, pero en vez de One, ahora leemos all. Blanco perfecto, inmaculado, que nos da ese aire tan clean de la ropa limpia, del jabón antigua, y de los grises y blancos del underwear CK.

El frasco es suave y agradable al tacto. Viene con un cierre de rosca, como si fuera una cantimplora de esencias. A un lado, encontramos el vaporizador, que deberemos poner nosotros mismos. Ya está. Ready for use.

all

El olor de all es similar al de One: cítricos, flores blancas y notas finales de vetiver, almizcle y ámbar. Agradable. Fácil. Pero sobre todo, Clean.

En un primer momento, es inevitable que nos haga pensar en Issey Miyake. Ambos son perfumes conservadores, de poco riesgo, cuya personalidad es tan sutil que puede llegar a convertirse en algo similar a un hilo musical imperceptible de los que escuchamos en una gran superficie. Demasiado diáfano, quizás.

Es sin duda una eau de toilette de fondo de armario. De día. Una olor de base pero demasiado débil para ser elegida como aroma personal. Su registro es por ello mismo limitado.

El advice Love and a Lemon

Vivimos muy limitados por nuestra estrechez de miras. Los usos que le damos al perfume son la prueba de ello. En Love and a Lemon nos gusta all porque es el olor agradable de lo limpio y puro. Más que un perfume para los otros, all, nos parece un bonito perfume para la casa y para nosotros mismos.

En Love and a Lemon nos gustan los perfumes que crean ambientes, y all es una buena idea para un día soleado. Para un domingo en casa. Con solo dos o tres vaporizaciones, crearemos una atmósfera hogareña, floral y cítrica: la sensación de un ramo de flores en la mesa, cuyo olor impregna la casa. Te dará alegría, serenidad y peace of mind.

Como los geniales perfumes para la casa de Jo Malone, también nosotros podemos inventar nuevos usos para los perfumes. No todos ellos deben necesariamente ser aplicados sobre nuestra piel, como se ha venido haciendo siempre. Una casa con olor a all, es una casa tranquila. Disfrútala.

 

 

CK all

Problemas de la perfumería actual.

Actualmente, cualquier personalidad mínimamente célebre, cualquier marca con un mínimo succès, tardará poco tiempo en lanzar una fragancia al mercado. Es la prueba de que se está intentando pisar nuevos territorios, ampliar público y territorio de marca.

Por eso, en Love and a Lemon, distinguiremos en un inicio las marcas clásicas de perfumería de las marcas de ropa que han sacado al mercado un par de fragancias. Es cierto que los grandes iconos de la perfumería actuales tuvieron sus orígenes en maisons de haute couture, complementado las líneas de ropa. Sin embargo, precisamente por el estatus que ocupaban dentro del mundo del lujo, existía la preocupación de crear perfumes que no fueran solamente complementos sino que jugaran en ligas propias. De allí, la preocupación y la vocación de algunos grandes diseñadores para llevar la creatividad de su marca y de sus colecciones al terreno del perfume, consolidando una estética firme y homogénea de marca, dónde todos los productos firmados respondieran a los mismos estándares de calidad.

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Actualmente eso puede seguir siendo válido en el mundo del lujo, pero en el momento en el que nos acercamos a marcas más mainstream, nos damos cuenta de que sus líneas de perfumería dejan mucho que desear. De que son parecidas entre sí, pues en realidad responden a los mismos briefings y estudios de mercado, y que por lo tanto, no pueden ser consideradas de la misma forma que los productos de las grandes maisons. Incluso diremos que con más frecuencia, algunas de las gamas de las casas «tradicionales», (las más accesibles) han sucumbido a la prostitución del marketing, relegando la exigencia y la originalidad, a un plano secundario.

¿Qué ha pasado? En algunos casos, las líneas de perfumería están en poder de grandes conglomerados de empresas de cosmética, que a su vez representan una gran variedad de esas marcas. Lo que explica que las identidades se acerquen progresivamente, siendo el marketing el elemento diferenciador predominante. Algunos de estos grupos no han sabido estar a la altura de las firmas que representaban y el resultado ha sido el empobrecimiento del espíritu original.

En la perfumería actual, el branding y el marketing han ganado el pulso al arte de la perfumería. Ante ello, reivindicamos el savoir faire de las casas que siempre han trabajado en ello, cuya exigencia es perceptible des del primer contacto con el producto. Por eso, recomendamos a nuestros lectores, que al elegir perfumes vayan siempre a buscar la excepcionalidad. La calidad no es solamente una relación económica entre el precio y el producto ofrecido (y menos en la industria del lujo), sino, idealmente, el seguro de que tras el producto hay también una preocupación estética, artística o artesanal.

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Cuando se empieza a huir de la aburrida homogeneización de la perfumería más comercial, es cuando empieza a pisarse el terreno del arte. En la cosmética actual predominan las notas dulces y excesivamente infantilizantes: vainilla, azúcar, canela, una empalagosidad excesiva. Perfumes sin personalidad. Chucherías que en el mejor de los casos son un atentado al olfato o directamente ambientadores sin carácter. Hay, como en la alimentación, un exceso de dulces y de comida industrial.

En Love and a Lemon nos proponemos una serie de artículos que constituyan una suerte de «guía» al mundo del perfume actual. Buscaremos los mejores perfumes y los más extraños intentando evitar caer en los aromas más conocidos. Desmontaremos algunos de los best sellers más populares del sector e iremos en búsqueda del verdadero carácter, de lo original, de la excepción. Pues un buen perfume es el que aún tiene la capacidad de sorprender, el que nos desequilibra durante un momento antes de que entremos en él.

En perfumería, como en arte o como en enología, el gusto y el estilo se moldean a través de la experiencia. Como más crece ésta, más complejos y exigentes se vuelven los otros.

Salut!

Problemas de la perfumería actual.